
Según datos del sector, los Centros Autorizados de Tratamiento (C.A.T.) han aumentado su volumen de trabajo hasta un 30% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La mayoría de los usuarios optan por empresas que ofrecen el servicio completo: recogida del vehículo con grúa, gestión de la baja administrativa y emisión del certificado de destrucción, sin coste para el propietario.
“Antes la gente dudaba en llevar su coche al desguace, ahora lo ven como una alternativa lógica y ecológica”, afirma Juan Martínez, responsable de operaciones en una empresa madrileña de retirada de vehículos. “Nos llaman desde barrios céntricos, polígonos industriales y urbanizaciones. Cada vez hay más conciencia y necesidad.”
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